Un esguince de Tobillo es la lesion de los ligamentos del mismo, originada por un trauma con posterior dolor, edema y limitación para la marcha
Los ligamentos, son estructuras fuertes, que van de hueso a hueso y se encargan de dar estabilidad a las articulaciones.
Un Esguince es la lesión sin una ruptura completa de un ligamento (“Desgarro” de un ligamento) y ocurre por traumas en los que las articulaciones se mueven de manera brusca, produciendo una lesión de estos.
Generalmente, en especial en el tobillo, los esguinces se clasifican en 3 grados según la gravedad de la lesión, edema o inflamación, así como la inestabilidad de la articulación que se produce por el trauma.
Como se Diagnostica un Esguince de Tobillo?
Inicialmente, el diagnóstico se realiza mediante un examen físico al paciente así como mediante un estudio de su historia clínica, no siendo necesario siempre el realizar una radiografía.
Existen criterios para determinar si es necesario ordenar o no la práctica de una resonancia. Dichos criterios son conocidos como los criterios de Ottawa, veamos:
- Dolor a la palpación de relieves óseos como los maleolos, base del 5 Metatarsiano o del escamondes.
- Incapacidad para apoyar el pie o dar mas de 4 pasos
Si el paciente cumple con estos criterios, se debe solicitar una radiografía de tobillo para descartar fractura y una vez se descarte la misma, se procederá con el manejo del esguince.
Cual es el tratamiento de un Esguince de Tobillo?
Inicialmente, el principal objetivo es controlar el dolor y disminuir el edema, para así poder iniciar el proceso de rehabilitación. Esto se logra por medio de medidas anti edema como el frío, elevar la extremidad, el reposo y según el grado de inflamación, una inmovilización.
Una vez se controle el dolor y el edema, se debe iniciar con el proceso de rehabilitación, el cual se realiza por medio de fisioterapia cuyos objetivos son mejoría de la propiocepción o equilibrio y el fortalecimiento junto con los arcos de movilidad, para así evitar esguinces a repetición y dolor crónico.
Una vez se controle el dolor y el edema, se debe iniciar con el proceso de rehabilitación, el cual se realiza por medio de fisioterapia cuyos objetivos son mejoría de la propiocepción o equilibrio y el fortalecimiento junto con los arcos de movilidad, para así evitar esguinces a repetición y dolor crónico.
El seguimiento por parte de un ortopedista es esencial, ya que en algunos casos, cuando la evolución no sea la esperada, se deberán realizar estudios o tratamientos adicionales como Resonancia Magnética para descartar otras lesiones como lesiones del cartílago, o infiltraciones en caso de dolor crónico sin inestabilidad.
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